En Yoga hablamos de un camino interior hacia una búsqueda de un Yo profundo e intrínsecamente conectado al Yo profundo de los demás. Cuando hablo de profundo hablo de quitando todas las capas de la superficie del ser, cuando queda lo más auténtico y real de las personas. En honor a ello, el saludo final en muchas prácticas de Asana: «Namasté», que significa algo así como El Dios que llevo en el interior reconoce al Dios que llevas tú en el interior. Y lo podemos llamar Dios, Ser profundo, Esencia, o cada uno como sepa.
En ese camino de búsqueda de ese ser, llámalo Dios, paz, calma, amor etc, Los Yogis antiguos crearon una estructura de 8 Pasos que están seriamente descritos en los textos sagrados de los Yoga Sutras de Patanjali. En este artículo, nos centrarmos en el primero de ellos. Dividido a su vez en 5 puntos. Los explicaremos dándoles la forma de nuestra realidad presente y del ámbito del que hablamos, el comportamiento y la presencia de un trabajador en un entorno laboral. En The Workin Yogi, nos gusta simplificar la complejidad de los asuntos, porque creemos que desde lo sencillo, se integran mejor los conceptos así que hoy empezaremos por el primero de los 8 Pasos llamado Yama o las abstinencias.
8 pasos que podemos seguir relacionados con el mundo de la empresa y que implementamos en la práctica de Yoga Corporativo.
PRIMER PASO:
Los Yamas: Las Abstinencias
A. Ahimsa o No Violencia: A la hora de no hacer daño podemos ir de lo más complejo a lo más sencillo en el ámbito de la empresa. Lo más complejo, o hacia donde ir: Tratar de pasar por la vida caminando sin pisar ni una hormiga, sin herir a un ser vivo sin herir los sentimientos de nadie, sin molestar a ningún compañero, etc. Lo más sencillo es simplemente a la hora de tomar decisiones en el trabajo: tratar de minimizar el impacto negativo que tales de decisiones pueden tener en el entorno desde el más cercano hasta lo más global. «Cuando uno permanece firmemente establecido en la no-violencia» la hostilidad se desvanece a su alrededor. En este caso, sería ser vigilante de nuestros impulsos sin caer en la trampa de la tolerancia ficticia, en la que se aceptaría cualquier caso de violencia gratuita, física o de otras formas, dentro de un entorno laboral. Ese límite de no violencia y no tolerancia de la violencia del otro, es un tema que tratamos en nuestras clases de Yoga Corporativo dentro de la práctica de Asana.
Por ejemplo: no hacer daño a miembros del equipo, no hacer daño a la competencia dentro del juego y las funcionalidades de la empresa, no hacer daño al medioambiente y no hacer daño explotando recursos, todo esto si se puede evitar. Si no se puede evitar hay que continuar con el concepto de dharma, lo que vendría a ser la misión que uno tiene, su función en la comunidad. La pregunta sería, ¿en esta decisión, en este proceso, estoy dentro de mis posibilidades realistas, haciendo el menor daño posible?
B. Satya o Decir la verdad: Decir de la verdad en diferentes formatos: por ejemplo, y el más evidente dentro del ámbito corporativo: No vender cosas que no son, no utilizar publicidad engañosa. Dentro del ámbito oficina, no otorgarse todo el mérito y si honrar con reconocimiento, quién ha hecho qué, por ejemplo. Muy vinculado con el siguiente punto.
C. Asteya: No Robar: No robar ideas, no robar contenidos, tratar de ser justo a la hora de explotar algo, pagando lo que se tiene que pagar. Si hay oportunidades, despistes, de otras partes o variaciones de esta situación, en la que la empresa puede obtener un beneficio a costa de otro elemento externo o interno, la visión del yoga sería la de ofrecer a la otra parte una compensación justa. La existencia de este tipo de ética es fundamental a la hora de la implementación de la visión del Yoga en el espacio de la empresa.
D.Brahmacharya: Significa el control de los impulsos primarios, en general los excesos, puede ser la Energía sexual, los excesos en la comida, la bebida y los hábitos tóxicos. En el ámbito del Yoga, hay vertientes llamadas ascetas que se limitan de forma absoluta, por ejemplo practicando el celibato, o viven en condiciones realmente duras con tal de mantener un control absoluto de estos deseos, estos impulsos, que llaman primarios. En el Yoga Corporativo, no sería así el punto de enfoque, pero se nos ocurre relacionarlo con dos temas: El primero el tema del acoso laboral, una falta de control del deseo sexual que provoca serios problemas en la comunidad laboral. El otro es el tema de las comidas de empresa, o las comidas con compañeros de trabajo, en los que tras atracones y borracheras, el rendimiento posterior es peor, y la falta de control y abstinencia produce consecuencias negativas tanto para la salud como para la productividad.
C. Aparigraha: No codicia o desapego de los bienes materiales: Dentro del ciclo económico materialista y capitalista en el que vivimos, el entendimiento amoldable de esto, y una visión que favorece la productividad en el ámbito empresarial y del Yoga Corporativo como visión, sería el de no aferrarse a ciclos cómodos y estáticos. Es decir, aceptar los cambios estructurales con flexibilidad dentro de las empresas, un cambio de mercado, la caída de un producto y el nacimiento de otro. No aferrarse a ideas tales como la forma fija: cómo tiene que ser mi departamento, mi empresa, mi trabajo, o mis funciones. Al contrario, dejarse llevar por la fluidez y la adaptación a lo que cambia, lo cual da al yogi una visión profunda del ciclo de la vida. Con una buena estructura, un pensamiento flexible y amoldable. Esta actitud mejora la creatividad y la resiliencia.
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